lunes, 9 de noviembre de 2015

Opinión: Confianza puesta

                                                                                              (Foto: www.andina.com.pe)
Por Kevin Huanca.

El taekwondo en el Perú ha sido contemplado, en los últimos años, de la mejor manera por las máximas autoridades de esta marcial. Dentro de ellas se encuentra la ITF (International Taekwondo Federation), la WTF (World Taekwondo Federation) y la PATU (Panamerican Taekwondo Union), las cuales nos han otorgado la gran responsabilidad y, a la vez, satisfacción de organizar torneos como los XII Juegos Panamericanos Taekwondo ITF 2015, el Campeonato Sudamericano de Taekwondo 2015 y el Mundial de Poomsae 2016. Competencias que, sin duda alguna, van a contribuir al desarrollo de la capacidad organizacional que muchas veces se ha visto diezmada, no solo en el taekwondo, sino en nuestro deporte en general.


Hemos y estamos ganando la confianza de las autoridades externas para albergar competencias que exigen más que una simple sonrisa, y lo sabemos. Los campeonatos nacionales o escolares de taekwondo van a ser, de alguna u otra manera, nuestra preparación previa antes de recibir dichos torneos que, a decir verdad, carecen de planificación. No están mal, pero podrían mostrar mejorías al desorden y puntualidad que es más, un reflejo de la sociedad peruana. Tal vez las instituciones externas no ven este tipo de falencias, pero existen virtudes que las han maquillado a la hora de ser elegidos como sede de magnas competencias. La infraestructura es una de ellas, no es de primer mundo, pero cumple con los requisitos que exigen los certámenes.


Como muchos otros deportes, el taekwondo peruano, había caído en el olvido de las autoridades, y no solo de ellos, sino también en la cultura deportiva peruana. Hoy ha pegado un impulso que se ve reflejado en el nivel de competitividad que estamos mostrando a nivel continental y mundial; la creación de nuevas academias en varios distritos de Lima y los continuos campeonatos locales, ha permitido la difusión del taekwondo de manera exponencial. Todo ello fue un respaldo y una base sólida para que los ojos exteriores aprecien en nosotros una buena opción como organizador, detalles como estos suman a la hora de designar al país anfitrión. La confianza de hacer un buen papel se nos ha brindado, hay que retribuirla con eficiencia.


La palabra organización abarca una serie de valores como la puntualidad, la responsabilidad, el orden; los cuales deben ser impregnados en el ADN de las autoridades y deportistas peruanos, en la sociedad en general. Todavía nos cuesta ser protagonistas del éxito, lo hemos sido, pero pueden ser contados con los dedos. Es ahora donde debemos demostrar nuestras capacidades como país deportivo y quedarnos con el papel de referente. No seamos más parte del olvido, tenemos los recursos tanto materiales como intelectuales para ser protagonistas, no solo en la estructuración, sino también en la competencia deportiva. Se vienen días donde vamos a encontrarnos en el ojo continental y mundial, está en nosotros ser vistos como un país con sentido de compromiso y confiabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario